Ejemplos de sonidos
Quien tiene el privilegio de poder oir estimula su oído, a lo largo de su vida, con diversas clases de sonidos. Hay algunos que resultan agudos (como el de la sirena de una ambulancia) mientras que otros son graves (como el de las bocinas de los barcos). También es posible diferenciar entre sonidos fuertes (como lo es el generado por cualquier vehículo con motor, una licuadora o un trueno) y sonidos débiles (el que generan las hojas al moverse por el viento, dar vuelta la página de un libro, servir agua en un vaso), además de distinguir a los sonidos naturales (procedentes de la naturaleza) frente a los sonidos artificiales (surgidos por el uso de maquinarias o cualquier elemento desarrollado por el hombre).
Hay, asimismo, sonidos que se catalogan como graciosos (porque provocan risa debido a su contenido o estilo humorístico), sonidos de animales (procedentes de todas las especies que generan algún sonido característico), sonidos aterradores (como el de un ambiente fantasmal, un grito de espanto), sonidos asociados a fenómenos meteorológicos (como el de la lluvia, el de los volcanes), sonidos alegres (los de las risas, las fiestas) y sonidos que muchos consideran relajantes (como el del mar, el de una fuente de agua, el que se oye en los entornos rurales), por mencionar otras alternativas.
Al pensar en los sonidos que podemos detectar a diario tampoco se pueden dejar de lado los temas que musicalizan una película, conjunto de canciones que está catalogado, en cada largometraje, como la banda de sonido.