Ejemplos de subjetivemas

27 enero, 2017

A la hora de expresarnos tenemos a disposición una amplia variedad de términos, a los cuales debemos elegir a conciencia sabiendo lo que representan y significan. Los subjetivemas, por señalar una opción específica, son vocablos a través de los cuales podemos marcar subjetividad debido a que permiten dar a conocer la valoración que el emisor del mensaje hace respecto a alguien, a una cosa o a un acontecimiento.

Así como hay palabras que expresan objetividad porque no dan espacio a controversias (al presentar a una persona de acuerdo a su nacionalidad, por ejemplo, no se da un punto de vista sino una información concreta), hay subjetivemas que dependen de la opinión de quien los usa.

Los subjetivemas adquieren protagonismo cada vez que calificamos a una película u obra teatral como aburrida, mala, apasionante, entretenida, profunda u original, por describir una posibilidad común, ya que no todos pensamos igual. En este marco, entonces, pueden diferir las apreciaciones ante el uso de distintos subjetivemas.

Los involucrados en un cierto hecho también apelan a los subjetivemas porque cada uno ve la realidad en base a su situación o criterio. Un hombre puede definir a su esposa como histérica y escandalosa por ponerse a gritar en medio de una discusión, mientras ella puede acusarlo de violento por amenazarla. En este contexto, la mujer puede agradecerle a los buenos vecinos que solidariamente acudieron en su auxilio, así como el marido puede enojarse con la gente metida y molesta que complicó un problema de pareja por llamar a la policía.