Ejemplos de subjetividad
Cuando una información se da a conocer sin dejar de lado prejuicios, intereses, percepciones ni los puntos de vista de quien la comunica, se está frente a un caso de subjetividad.
Esta palabra, de acuerdo a la descripción incluida por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, refiere al hecho de ser subjetivo, una cualidad presente en numerosos ámbitos.
Frente a la subjetividad, que por todo lo que abarca se opone a la idea de objetividad, suelen surgir numerosos debates y análisis. Se supone, por ejemplo, que un periodista no debe evidenciar subjetividad al momento de hacer su trabajo pero también es cierto que es casi imposible no estar condicionado por lo que uno piensa, cree, vive o siente. Por detallar dos alternativas en torno a un mismo tema: la noticia de un show brindado por un cantante de fama internacional, desde una perspectiva objetiva, podría titularse: “Raúl Fernández dio un concierto en Uruguay”, mientras que una visión subjetiva llevaría a anunciar que “Una multitud disfrutó el espectacular show del talentoso Raúl Fernández”.
Algo similar ocurre al informar sobre un partido de fútbol y el desempeño de uno o más deportistas. La objetividad se limita a informar el resultado del encuentro sin opiniones de por medio, pero si se usan adjetivos para resaltar la actuación de alguien o calificar el rendimiento de un equipo, entonces ya se observa subjetividad porque no todos tienen por qué coincidir con el relator o periodista que señala que “X jugó el mejor partido de su vida y fue el jugador más destacado dentro de la cancha”.