Ejemplos de sucesiones
La idea de sucesión, de acuerdo a los significados que se le atribuyen a esta palabra, puede aprovecharse en una gran cantidad de ámbitos para describir múltiples cuestiones. Es posible, por señalar algunas posibilidades, detallar una sucesión de hechos que se produjeron en un determinado periodo de tiempo (“Tras varios intentos de contactar a su hermana, Florencia se acercó a la vivienda de su familiar, tocó timbre y, como nadie le respondía, decidió entrar por una puerta trasera para enfrentarse con la realidad que sospechaba pero que se negaba a creer: su gemela estaba muerta…”). La sucesión también puede marcar un reemplazo, como ocurre con cargos o puestos de poder: “Es el candidato ideal a la sucesión del trono”.
El fallecimiento de un ser humano, en tanto, desencadena un proceso de sucesión a fin de que los herederos reciban los bienes dejados por el difunto, mientras que en el campo de la Matemática esta noción refiere a un grupo ordenado de términos que se ajustan a una determinada ley. En este último marco, existe la sucesión divergente (aquella que no tiene tendencia a un límite) y la sucesión convergente (en la cual se observa un límite), así como los expertos en Derecho distinguen entre sucesión universal (todos los derechos, bienes y obligaciones de alguien se transfieren a sus herederos), sucesión testada (respaldada por un testamento desarrollado por voluntad del fallecido), sucesión intestada (aquella que se lleva a cabo sin que exista un testamento aceptado como válido desde la perspectiva de la ley) y sucesión forzosa (aquella que se ordena de manera preceptiva sin que el que la causa tenga posibilidades de entorpecerla o de influir en ella).