Ejemplos de sugerencias
En muchas circunstancias, por múltiples razones, alguien puede insinuar o sugerir algo, es decir, dar una sugerencia.
La mayoría de las empresas, por ejemplo, pone a disposición de los clientes un libro o una vía de contacto por Internet (correo electrónico, formulario, etc) para que todo aquel que esté interesado en hacer llegar un reclamo, una consulta, una queja o una sugerencia pueda hacerlo. Por describir un caso posible: un usuario de telefonía celular envía un mensaje a la compañía que utiliza para hacerle llegar la sugerencia de implementar como servicio opcional un llamado automático a modo de despertador que llegue a la hora que indique previamente cada cliente.
Asimismo, existen sugerencias hacia los clientes, tal como ocurre en un restaurante. En esos entornos, el chef puede proponer cada día dos o tres sugerencias para los comensales. Así, entonces, en la carta o en una pizarra pueden aparecer de manera destacada propuestas como “Cazuela de mariscos”, “Guiso de lentejas” y “Sorrentinos de salmón a los cuatro quesos”.
Por supuesto, en la vida cotidiana también cobran relevancia las sugerencias. “Te sugiero denunciar el episodio de violencia para que se investigue y quede como antecedente”, “Te hago una sugerencia: llevate este pantalón, combina mejor con la camisa que compraste”, “En la red social me aparecen un montón de sugerencias de amigos”, “Mi hermano no acepta sugerencias de nadie” o “Por sugerencia médica no puedo hacer esa clase de ejercicios físicos” son parte de las frases que pueden surgir cuando se busca hacer alusión a una indicación o insinuación que se realiza a modo de consejo.