Ejemplos de tejido conectivo
Cuando en otra oportunidad ofrecimos información sobre los tejidos conjuntivos aclaramos que este grupo de tejidos también recibía la denominación de conectivo. Hoy, por lo tanto, repasaremos dichos datos y proporcionaremos referencias actualizadas sobre este grupo sobre el cual recae la responsabilidad de generar una integración sistémica y respaldo para nuestro organismo.
En primer lugar, resulta interesante recordar que una clasificación amplia lleva a distinguir en principio a los tejidos conectivos no especializados de los tejidos conectivos especializados.
Si reparamos en las particularidades del primer conjunto, aparecen los tejidos conectivos laxos, donde se nuclean el tejido mesenquimal, el tejido conectivo mucoso y el tejido conectivo reticular. También en este marco adquieren relevancia los tejidos conectivos densos, que a su vez se subdividen en las categorías de tejido conectivo denso regular (denominado modelado en algunos contextos) y tejido conectivo denso irregular.
De buscar información acerca de los tejidos conectivos especializados, en cambio, podremos hacer foco en las funciones y rasgos distintivos del tejido sanguíneo (compuesto por una fase sólida y otra en estado líquido, se trata de un tejido particular que se desplaza por venas, arterias y capilares), el tejido óseo (componente fundamental de los huesos, integrado por células y elementos extracelulares calcificados), el tejido cartilaginoso (tejido elástico valioso a nivel de soporte y por su capacidad para favorecer el movimiento de las articulaciones), el tejido adiposo (tejido también conocido como graso que posee origen mesenquimal) y el tejido hemotopoyético (tejido blando relacionado con la producción de células sanguíneas), por enumerar algunos ejemplos.