Ejemplos de teoría conductista
La teoría conductista está relacionada a la Psicología, ámbito desde el cual se presenta al conductismo como una corriente que aborda los comportamientos centrándose en los estímulos y las respuestas, excluyendo a la conciencia. En este marco, se minimiza el poder de la mente y se hace foco en las interacciones del ser con su entorno cada vez que el sujeto recibe un estímulo y actúa en consecuencia.
Así, entonces, se reconocen los condicionamientos clásicos que, por proponer una posibilidad fácil de reconocer en la práctica, llevan a alguien a experimentar cambios físicos de manera natural (ansiedad, salivación, etc) tras sentir un aroma que le recuerda a una comida que le gusta y los condicionamientos operantes que vinculan a un acto específico con una respuesta deseable o no deseable (un joven universitario estudia para un examen porque, con los años de escolaridad, aprendió que una buena nota representa una satisfacción personal y trae consigo una evolución en su formación, elogios de sus familiares, etc).
Al acostumbrar a un ser a una determinada situación, con el tiempo esa repetición derivará en una respuesta frente al estímulo inicial. Esto ocurre, por detallar varios ejemplos, cuando al llegar a la escuela suena el timbre de inicio de clases y los niños se forman para entrar a clases o bien cuando se levantan de sus pupitres para salir del aula porque sonó la campana de recreo; cada vez que se respeta el semáforo porque se aprendió por repetición que, de no hacerlo, pueden ocurrir accidentes o tener que pagar una multa, etc.