Ejemplos de tiempos verbales
Cuando se hace referencia al concepto de tiempo verbal se busca dirigir el mensaje a las diferentes formas de conjugación que tienen los verbos enmarcados en lenguas flexivas para adaptarse a distintos momentos en los cuales transcurre la acción.
Al respecto, hay que decir que en función de las características de lo que se desea comunicar y cómo se lo quiere expresar, se puede apelar al tiempo absoluto o al relativo, así como a los tiempos simples o a los compuestos.
Uno de los tiempos verbales que resulta difícil de comprender para gran parte de las personas es el presente perfecto, ya que se emplea para contar cosas del pasado pero vinculadas al momento actual, como se puede apreciar en oraciones como “Él ha visto una situación comprometida entre su jefe y la secretaria” y “Ya has analizado esto muchas veces: es hora de que pases a la acción”.
El pretérito imperfecto, por su parte, es uno de los tiempos verbales catalogados como absolutos que refleja un acto o estado que ocurre en simultáneo con un pasado que ya concluyó al momento de contar la acción: “Mientras ella gritaba, había gente que quería ponerle fin al drama”. El pretérito pluscuamperfecto, en cambio, es un tiempo que refiere a un acto que finalizó antes que otros también ya concluidos: “Cuando lo encontré, ya había fallecido”.
El futuro simple, asimismo, es aquel tiempo que adelanta de manera absoluta lo que ocurrirá de forma posterior a lo que se dice: “El material llegará el próximo viernes por la tarde”, “Hablará del caso para evitar confusiones”, “Saldrá a cenar con nosotros”.