Ejemplos de tolerancia
Cuando un individuo se caracteriza por tolerar o soportar diferentes situaciones, se lo describe como alguien que tiene tolerancia.
Ser tolerante, de acuerdo a las definiciones teóricas de este término que deriva del latín tolerantĭa, es ser respetuoso ante otros pensamientos, acciones o creencias, así como también es tener paciencia y saber esperar.
En ciertos ámbitos, además, la tolerancia se entiende como el grado de fallos que se puede admitir en el proceso de fabricación de un determinado elemento. Se trata, pues, de un valor que permite prever, calcular, establecer y evaluar márgenes de eventuales errores.
Si en una comunidad no existe tolerancia social, por citar un caso concreto, se desencadenan situaciones caóticas y conflictos permanentes debido a que los ciudadanos no se respetan entre sí, no comprenden sus diferencias ni son flexibles frente a los pensamientos del otro.
Es importante además que en todas las naciones se garantice la tolerancia de cultos para que todas las personas puedan ejercer el derecho a tener la fe y profesar la religión que deseen, independientemente de las creencias en las que se enmarque a cada Estado en cuestión.
Los profesionales de la salud, por su parte, emplean la noción para hacer referencia a la reacción del cuerpo de un paciente tras la administración de un fármaco. Según el organismo de cada uno de nosotros y el tipo de sustancia ingerida, se puede tener mayor o menor tolerancia a un medicamento. Cuando se habla de tolerancia cruzada, se describe a aquellos casos en los cuales, por lo general a raíz de una adicción del paciente, se genera tolerancia frente a más de un fármaco.