Ejemplos de toma de decisiones
No importa a qué nos dediquemos o qué debamos resolver: a diario, todo ser humano se ve obligado a tomar decisiones importantes para su presente y su futuro, ya sea a nivel personal como profesional. Para conocer con mayores precisiones qué abarca esta idea de resolver y adoptar diversas medidas, en esta oportunidad haremos foco en el concepto de toma de decisiones.
Como se deduce de la práctica, llegar a tomar una decisión implica el desarrollo de un proceso que comienza con la necesidad de elegir entre una o más alternativas, compararlas entre sí para reconocer ventajas y desventajas entre unas y otras y, finalmente, completar el procedimiento con una resolución adecuada para ponerle fin al conflicto o a la incertidumbre.
Las tomas de decisiones pueden tener lugar en un plano privado e individual o bien estar relacionadas a cuestiones laborales y ser resultado de un trabajo y acuerdo en conjunto entre, por ejemplo, los responsables de una empresa.
Hay, asimismo, decisiones que pueden catalogarse como programadas (de carácter repetitivo y frecuente) o como no programadas (aquellas que apuntan a idear una solución ante un evento poco usual que exige una resolución particular).
Ejemplos de tomas de decisiones que bien pueden reflejar episodios de la vida cotidiana:
– Los directivos de una empresa aprueban un recorte de personal. Sin embargo, el gremio que defiende a los trabajadores actúa y, ante la presión, las autoridades deben decidir si reincorporar a los empleados desafectados o seguir firmes con la resolución inicial.
– Un hombre, casado y con dos hijos, queda sin empleo. Tiene la posibilidad de trabajar en otro país, pero eso implicaría alejarse de su familia por muchos meses o bien obligaría al grupo a mudarse, con todo lo que ello representa. El involucrado, por lo tanto, debe optar por rechazar la propuesta, sacrificarse solo por el bien familiar o arriesgarse a empezar de nuevo en el extranjero.