Ejemplos de tópicos literarios
Para no caer en lugares comunes a la hora de escribir y poder darle originalidad a la obra que uno escribe es necesario saber cuáles son y cómo se aprovechan los tópicos literarios.
Los temas universales pueden llegar a servir como tópico literario, pero también es posible hallar como disparadores tópicos sociales, políticos, filosóficos, históricos, existenciales y metafísicos, entre muchos otros. A fin de orientarlos al respecto, a continuación citaremos algunos tópicos literarios a modo de muestra.
En torno al ser humano, muchos son los tópicos que se pueden adoptar para hacer referencia a la edad o a las etapas de la vida. Es posible, por ejemplo, escribir en base a la expresión que reza “todo tiempo pasado fue mejor” o bien aludir a los diferentes periodos que atravesamos desde que nacemos con sentido figurado. En este contexto, podemos recordar la idea de “Juventud, divino tesoro” o equiparar las estaciones del año a las etapas que atravesamos hasta el momento de morir. Los primeros años de vida, cuando todo es nuevo y hay todo un futuro por delante para descubrir y desarrollar, bien pueden simbolizarse con la primavera; la adolescencia, época de revolución hormonal, puede evocarse con el verano; la madurez, vincularse al otoño por ser una etapa de recoger los frutos; la vejez, por su parte, podría describirse por medio del invierno ya que son tiempos de poca actividad donde poco a poco se apagan las ilusiones… Otra modalidad para hacer foco en las edades teniendo en cuenta los tópicos literarios es centrarse en la “edad de la inocencia”, la “edad de la pasión” y la “edad de la reflexión”.