Ejemplos de tristeza
Una situación o algo capaz de poner triste a alguien provoca un cuadro de tristeza que puede durar más o menos tiempo en función de la gravedad del panorama y de las herramientas que tenga la persona a su alcance para superar dicha emoción.
A partir de nuestra propia experiencia de vida podemos determinar que la tristeza se puede sentir a cualquier edad por una gran cantidad de razones que causan dolor. El fallecimiento de un ser querido, las injusticias que se observan en el mundo y la falta de consideración hacia el prójimo son disparadores de tristeza en distintos niveles.
Alguien puede sensibilizarse frente al encuentro de un animal abandonado y no poder ocultar su tristeza por saber que hay muchas mascotas sin hogar, por ejemplo, mientras que un fanático del fútbol puede sentir tristeza al saber que su equipo favorito perdió un partido y quedó sin chances de ganar el campeonato.
Cabe destacar que no hace falta tener un vínculo cercano o conocer al ser o lugar por el cual se experimenta tristeza. Puede haber tristeza en una comunidad, por indicar un caso común, cuando fallece alguien que fue noticia nacional por su lucha por vivir o su coraje (la muerte de una persona a la cual no le llegó a tiempo el órgano que necesitaba, la de un joven que salvó a un niño de morir ahogado, etc), cada vez que se muestran imágenes de un territorio en guerra y frente al cierre de comercios emblemáticos (como un bar notable o un restaurante tradicional) por falta de presupuesto, por enumerar otras alternativas.