Ejemplos de tropos
Varias son las interpretaciones que podemos hacer en torno al concepto de tropo. Por un lado, tenemos la posibilidad de viajar en el tiempo y recordar aquellos textos cortos musicalizados que, en la Edad Media, se incorporaban al oficio litúrgico y que, poco a poco, se popularizaron hasta dar origen al drama litúrgico. Por otro, podemos vincularlo a la Retórica y presentarlo como un recurso basado en el uso de vocablos con un sentido diferente al que marca la teoría.
Es posible, además, enmarcar el término en el campo de la Lógica para hacer alusión a los tropos de los pirrónicos, tal como supo denominarse a los argumentos que, en la antigüedad, exponían los filósofos escépticos en oposición a la alternativa de arribar a conocimientos irrefutables. En el ámbito de la comunicación, asimismo, se distingue el aprovechamiento de esta noción en el nombre de una revista de carácter cultural que se edita en México bajo el nombre de “Tropo a la uña”.
En la práctica, podemos señalar como tropo a la sinécdoque, un permiso del campo de la Retórica que consta de la descripción de una parte en vez de un todo. Por mencionar algunos ejemplos a modo de referencia: “La conducta caprichosa es típica del niño” (frase que no alude a un caso particular, sino que apunta a describir una reacción habitual en la niñez), “Gracias por la mano que me diste en la mudanza” (en relación a una ayuda o colaboración en general, es decir, no necesariamente al “aporte” de las manos propiamente dichas), “Ese niño viene con un pan bajo el brazo” (no busca describir un alimento que alguien trae debajo de uno de sus brazos sino que es una forma de anunciar buenos augurios, un sentido figurado para aludir a buenas oportunidades).