Ejemplos de turgencia
El concepto de turgencia, de acuerdo a la teoría, se aplica a cada cosa que se caracteriza por ser turgente. En el campo de la Biología, según se advierte al profundizar nuestros conocimientos sobre el significado y los usos de esta noción, esta palabra alude al fenómeno basado en la hinchazón de una célula por la presión que ejercen los fluidos y lo que contiene sobre sus paredes.
Los expertos en Medicina, en tanto, apelan a este término para describir a la elasticidad normal que evidencia la piel como consecuencia de la presión hacia afuera que generan el líquido intersticial y los tejidos. La edad de cada individuo y su nivel de hidratación influyen significativamente en el grado de resistencia que presenta el tejido epitelial frente a las deformaciones y su capacidad para recuperar el aspecto inicial, razón por la cual el estado de la piel es una pista para establecer si alguien está, o no, deshidratado.
La turgencia mamaria, uno de los síntomas para sospechar de la existencia de un embarazo (aunque se trata de un signo que puede aparecer a cualquier edad por diferentes razones vinculadas a alteraciones hormonales), lleva a incrementar el tamaño y la pigmentación de los pezones, así como también vuelve más pesadas y sensibles a las mamas, en las cuales la piel parece volverse más transparente, dejando ver las venas.
Para que las células de una planta puedan elongarse, por agregar otro ejemplo, resulta fundamental la presión de turgencia, la cual es resistida por las células vegetales a través de las paredes de las células.