Ejemplos de unicelulares
Los organismos cuyas estructuras son primitivas y, por lo tanto, se limitan a tener una única célula en su composición, se conocen con el nombre genérico de unicelulares. Los minúsculos protozoos y el conjunto formado por las bacterias son claros ejemplos de cuerpos unicelulares.
Si bien la mayor parte de estos organismos es procarionte (tal como se conoce a aquellos que poseen material genético en el citoplasma debido a la ausencia de un núcleo conformado en la célula), existen algunas clases de unicelulares eucariontes (es decir, con núcleo reconocible).
La ameba, por citar un caso concreto, es un organismo enmarcado en el género Amoeba que se caracteriza por tener seudópodos (prolongaciones citoplasmáticas que les permiten desplazarse y garantizan así su locomoción), por alimentarse mediante el procedimiento conocido como fagocitosis y por tener una apariencia indefinida debido a sus continuas transformaciones en materia de forma. Dentro de esta enorme familia existen especies que se comportan como parásitos al invadir el interior de huéspedes animales, mientras que otras abundan en el agua y en terrenos humedecidos.
La Escherichia Coli (bacteria que puede desencadenar cuadros graves por infecciones en el intestino y otros órganos del hombre), la Helicobacter pylori (responsable de numerosos casos de gastritis y úlceras en el ser humano) y la Streptococcus mutans (localizada, por lo general, en la zona bucal por componer junto a otros microorganismos la denominada placa bacteriana y provocar caries que afectan a la dentadura) son otros ejemplos de organismos compuestos a partir de una única célula.