Ejemplos de violencia psicológica
La violencia psicológica no genera marcas visibles como sí ocurre con la violencia física que deja evidencias sobre la piel, pero destruye la autoestima y hieren de modo interno a quien lo sufre, provocándole daños emocionales que perturban o impiden el desarrollo personal.
La violencia psicológica es una de las modalidades de la violencia de género, pero puede surgir en cualquier vínculo humano y en diferentes ámbitos.
Tal vez alguien no sepa que las humillaciones, las amenazas, las agresiones verbales y las manipulaciones que sufre forman parte de la violencia psicológica: por eso es fundamental informarse y hacer saber a los demás que nadie tiene derecho a desvalorizarnos, a dominar nuestros pensamientos y acciones ni a limitar nuestros comportamientos. De vivir una situación así, es necesario pedir ayuda y esforzarse para librarse de ese infierno que, en muchos casos, se llega a naturalizar sin tener en cuenta que es una realidad grave que hay que prevenir y sancionar cada vez que ocurre.
El maltrato verbal, la supervisión desmedida y los acosos por parte de un jefe a una empleada, por ejemplo, son evidencias de la existencia de violencia psicológica en el ámbito laboral.
Gritar, amenazar, descalificar y controlar excesivamente a los hijos para que ellos cumplan la voluntad de sus padres son acciones que se entienden como violencia psicológica en un marco de violencia familiar.
Las críticas constantes hacia un cónyuge, el autoritarismo para que uno de los integrantes de la pareja esté sometido y las ofensas, en tanto, son algunas manifestaciones de violencia psicológica que pueden darse entre dos personas unidas por un vínculo sentimental.