Ejemplos de virtudes
La teoría indica que las virtudes pueden interpretarse de diversas formas. Se habla de ellas cuando se pretenden resaltar valores o rasgos positivos de la personalidad de alguien; cuando se busca aludir a una fortaleza, poder o energía para realizar algo; para definir los modos correctos de actuar y, en el campo de la religión, para hacer referencia a todo espíritu “elegido” o bienaventurado que está predestinado a cumplir mandatos divinos.
Ahora que repasamos parte de las definiciones de este término, podemos complementar la información con referencias específicas que ayuden a entender mejor y de manera más simple qué es, en definitiva, una virtud.
Las personas creyentes, además de tener virtudes morales que las llevan a conducirse por el camino del bien y a obrar de buena manera en todos los aspectos de su vida, tienen virtudes como la esperanza, la bondad y el espíritu solidario.
De hacer foco en las virtudes cardinales (categoría abordada a nivel religioso), podremos distinguir también a otros cuatro valores: el de la Justicia, el de la Prudencia, el de la Templanza y el de la Fortaleza.
Cuando uno, más allá de señalar los defectos de la gente que quiere, hace foco en las virtudes, podrá rescatar valores como la humildad, la sinceridad, la autenticidad, la prudencia, la constancia y la sensibilidad, por mencionar algunos a modo de referencia.
Cabe resaltar que, en ocasiones, se aprovecha la noción para realzar los beneficios o ventajas de un producto o lugar. Por ejemplo: “Una de las principales virtudes del coche que acaba de lanzar la marca gira en torno a su suspensión”, “Esa guía de viajes resalta las mayores virtudes de la ciudad europea”.