Ejemplos de volumen
Al pensar en la idea de volumen unos pueden asociar el concepto a la intensidad con que se oye un sonido (se puede graduar el volumen de televisores, equipos de audio, ordenadores, etc) y otros, a una magnitud física expresada en metros cúbicos. También habrá quienes hagan alusión a un volumen al describir un libro o ejemplar.
Como son muchas las interpretaciones, a continuación ofreceremos distintos ejemplos de uso para facilitarles la comprensión tanto de la teoría como de su aplicación en la práctica de acuerdo a cada contexto.
Se suele hablar, por apuntar un caso específico, del volumen molar de las sustancias. Al respecto, podemos establecer que el agua en estado líquido posee un volumen molar de 18,0 cm³.
En la vida cotidiana, podemos peinar nuestro pelo o ir a la peluquería para darle volumen y movimiento al cabello. La perspectiva, en el campo de las artes, también genera un volumen aparente en las obras planas.
Los economistas, por su parte, hacen referencia a volúmenes de ventas, una magnitud que da cuenta de la liquidez y la solidez comercial de una empresa. “La rentabilidad de la firma mejoró, en parte, por el notable incremento del volumen de ventas”.
Si pensamos en sonidos, entonces pueden surgir a diario expresiones como “¡Subí el volumen de la radio… amo esta canción!”, “Habría que aplicarles fuertes sanciones a los automovilistas que escuchan música a todo volumen mientras conducen”, “Esperá que bajo el volumen del televisor porque no te oigo”, “No se entiende la conversación porque fue grabada con un volumen muy bajo y no se llega a comprender lo que dicen”.