Ejemplos de yuxtaposición
Para reconocer en la práctica casos de yuxtaposición, primero es necesario repasar la teoría para tener presente cuáles son las definiciones de esta palabra. En este contexto, gana relevancia el acto de yuxtaponer (es decir, de ubicar algo sobre otra cosa), así como también la interpretación que la asocia a la manera en el que crecen o se incrementan los minerales.
El provecho gramatical del concepto, asimismo, permite entender a la yuxtaposición como un recurso que brinda la posibilidad de combinar frases o estructuras para poder identificar entre ellas vínculos sintácticos.
Al analizar un texto, la yuxtaposición se reconoce porque sin necesidad de usar nexos se pueden asociar dos oraciones. Por ejemplo: “Alimentos, ropa, útiles escolares… todo lo que puedan donar será bienvenido”, “Me encantaría conocer ciudades como Londres, París, Roma, Madrid…”, “Hacía frío y llovía, lo invité a pasar; pronto, cambió sus ladridos iniciales por besos y movimientos de cola a modo de agradecimiento”.
Si dirigimos nuestra atención al arte de pintar, entonces encontraremos como referencias de yuxtaposición a cuadros en los cuales los artistas emplean la técnica de ubicar colores de distintos tonos de manera contigua, sin llegar a tapar ninguno: simplemente, dando sensación de relleno y de aprovechar con pintura o color cada punto de la superficie.
En el ámbito textil, la yuxtaposición se aprovecha no sólo para combinar colores sino también texturas y diseños. Se puede apelar a este recurso, por ejemplo, para decorar un vestido con detalles en la zona de la cintura que se fusionen con la tela original.