Ejemplos de flexión
Cuando doblamos o curvamos nuestra estructura corporal, aplicamos fuerza sobre alguna parte de nuestro cuerpo a fin de arquearnos de manera temporal, los geólogos advierten una inclinación casi imperceptible de los estratos de la Tierra o se modifican las desinencias para alterar los sonidos de las palabras, el concepto más adecuado que aparece a nuestra disposición para describir a cada una de esas acciones o situaciones es flexión.
Esta noción, que deriva del latín flexĭo, puede segmentarse en múltiples categorías que se crearon según el campo de aplicación que la utilice. Así, entonces, a nivel gramatical o lingüístico es frecuente hablar de flexiones nominales o verbales, mientras que la anatomía entiende a la flexión como un movimiento que permite, a partir del trabajo sobre uno o más músculos, aproximar entre sí piezas óseas o partes concretas de nuestro esqueleto.
Las flexiones de tipo muscular, cuentan los expertos, pueden dividirse de acuerdo a los miembros o músculos que participen de este ejercicio pensado para tonificar nuestro cuerpo. De esta manera, es posible diferenciar a las flexiones de brazos o codos (rutinas que también reciben el nombre de lagartija y consisten en despegar el cuerpo del suelo a través de un movimiento simultáneo de los brazos), a las flexiones de bíceps y a las flexiones de piernas.
Fuera de estos ámbitos, se suele hablar también de las flexiones mecánicas, un concepto muy utilizado en el área de la ingeniería. A lo largo de la historia, se han desarrollado diferentes teorías y fórmulas para ayudar a entender, apreciar y a calcular las flexiones que pueden presentarse en láminas, placas, arcos y vigas.