Ejemplos de hechos naturales
Para entender qué y cómo es un hecho natural hay que hacer foco en el ámbito de las leyes. De acuerdo a la teoría, esta categoría es una clase de hecho jurídico en la cual no hay una intervención directa del ser humano pero, más allá de esto, sí hay derivaciones jurídicas.
A continuación, algunas descripciones de situaciones puntuales que pueden servir para dar una idea precisa acerca de los denominados hechos naturales.
Cuando un individuo fallece por muerte natural, por señalar un caso concreto a modo orientativo, estamos frente a un hecho natural porque nadie generó tal realidad y, aún así, se inicia un proceso de sucesión.
Tampoco interviene la voluntad humana frente al paso del tiempo, razón por la cual se considera a la mayoría de edad como un hecho natural que hace que el individuo ya no dependa de decisiones de sus progenitores o tutores y acceda a beneficios (pero también a obligaciones) de gente adulta e independiente.
Pensemos además en cuestiones propias de la naturaleza. Las personas no somos responsables de la caída de un rayo o de granizo, así como tampoco tenemos la capacidad para generar un terremoto. Sin embargo, estos fenómenos pueden ser englobados como hechos naturales cuando, por ejemplo, el granizo daña un automóvil asegurado contra todo riesgo: algo similar ocurre si se deteriora una vivienda cuyos dueños tenían contratado un seguro ya que los destrozos provocados por un terremoto, por indicar una alternativa posible, podrían habilitar a los propietarios a reclamarle el pago correspondiente a la aseguradora.