Ejemplos de razonamiento inductivo
El hombre tiene capacidades que le permiten diferenciarse frente a otras especies. Una de esas habilidades exclusivas del ser humano es la que guarda relación con el razonamiento, con la posibilidad de pensar y poder arribar a una conclusión lógica tras ordenar las ideas y evaluar cada dato recopilado.
Claro que, de acuerdo al contexto y a las características del planteo que nos invita a razonar, podemos llevar a cabo diversos razonamientos. Como ya hemos hablado tiempo atrás de los razonamientos de tipo deductivo, en esta oportunidad haremos foco en los razonamientos inductivos.
Al respecto, entonces, debemos señalar antes de pasar a los ejemplos que la definición de razonamiento inductivo ha variado con el correr de los años. En épocas pasadas, según los expertos, se trataba de un proceso que suponía el desarrollo de conclusiones generales surgidas a raíz de premisas que ofrecían información particular.
En la actualidad, el concepto es mucho más profundo y complejo debido a que abarca posibilidades de razonar sin necesidad de ir de lo específico a lo general. En este marco, se contempla la creación de conclusiones con cierto respaldo explicativo que no necesariamente tienen que ajustarse a una estructura lógica. Dicho de otra manera, los razonamientos inductivos tienen la particularidad de sugerir una verdad, es decir, no la garantizan porque se respaldan en una probabilidad.
Ejemplos de razonamientos inductivos:
1- El 99% de las niñas en edad escolar tiene piojos. Julieta es una niña de ocho años de edad. Por lo tanto, es probable que Julieta tenga piojos.
2- César no se puso repelente de insectos para ir al parque y los mosquitos lo picaron. Lo mismo ocurrió con Florencia, Lorena y el pequeño Tomás. Por lo tanto, es probable que si yo voy al parque y no me protejo contra los insectos, termine con picaduras de mosquitos.