Ejemplos de gases
Si están interesados en saber qué y cómo es un gas, pueden seguir dos caminos: limitarse a leer los significados que le atribuye al término el diccionario de la Real Academia Española (RAE) o mantenerse atentos a este artículo donde, además de explicaciones teóricas fáciles de comprender, les ofrecemos ejemplos concretos de gran utilidad a la hora de profundizar sus conocimientos al respecto. Sin dudas, la segunda posibilidad es la más atractiva y didáctica…
Ahora que ya nos hemos ganado su atención les contaremos que, en primer lugar, se conoce como gas a todo fluido capaz de tener una densidad diminuta pero que, aún así, se expande en todas direcciones, ocupando de este modo todo el espacio reservado para su contención.
Es interesante tener en cuenta también que cierta clase de gases (los combustibles) le permiten al hombre llevar a cabo múltiples procesos industriales y usarlos con distintos fines en el ámbito doméstico.
De todos los tipos de gases que existen, hay algunos que poseen una mayor popularidad a nivel general, como ocurre con los gases nobles (conjunto que agrupa a elementos como el neón, el helio y el xenón, los cuales forman parte del aire de la atmósfera), el gas natural (aquel que se obtiene de estructuras geológicas, en el cual abunda el metano) y el gas hilarante (tal como se conoce al óxido nitroso que se emplea en ciertas circunstancias debido a sus efectos anestésicos). Claro que al enumerar gases, no podemos dejar de mencionar al oxígeno, un gas que no posee color, olor ni sabor y que resulta imprescindible, por ejemplo, para los enfermos que presentan serias dificultades para respirar por sí mismos.