Ejemplos de pymes
Cuando se habla de pyme (acrónimo que refiere a la idea de ‘pequeña y mediana empresa’) se busca poner el foco en la compañía que se caracteriza por funcionar con pocos empleados y tener un volumen medio de facturación, independientemente del rubro al cual pertenezcan.
Se trata de emprendimientos que, por la disponibilidad inicial y limitada de recursos, comienzan a pequeña escala. De tener éxito y lograr niveles de ventas óptimos que permitan su expansión, las pymes pueden llegar a transformarse en grandes firmas.
Como no todos los países analizan los mismos criterios para determinar el carácter de pyme de un negocio, es necesario contextualizar a la empresa en la nación donde se desarrolla para establecer si se encuadra, o no, en la categoría de pyme.
Por ejemplo: en la República Argentina se podría considerar como pyme a una compañía que nace con dos socios que se juntan para invertir en un emprendimiento de elaboración artesanal de tortas. Para llevar adelante su proyecto, contratan a veinte personas especializadas en repostería, alquilan un pequeño local a la calle y comienzan a vender sus productos entre la gente del barrio. Doce meses después del inicio de actividades, alcanzan un nivel de ventas que se ajusta al valor contemplado por la legislación para esta clase de negocio. Con el tiempo, gracias al esfuerzo constante para satisfacer las demandas, el negocio crece, se inauguran sucursales y empieza para sus dueños una etapa de consolidación que transforma a esa pyme en una empresa con presencia en distintos puntos del territorio nacional y proyección internacional.