Ejemplos de sistemas materiales
En el marco de una investigación científica, los expertos tienen la posibilidad de trabajar en un laboratorio con distintos sistemas materiales. Esta expresión, según se advierte al consultar bibliografía especializada, identifica a la parte de la materia que ha sido seleccionada y aislada del resto de sus partes (ya sea física o mentalmente) para estudiar en un determinado espacio. Se trata de un elemento o fracción de sustancia que no tiene límites o estructuras precisas y que puede encuadrarse, de acuerdo a las particularidades que presente, en categorías diferentes.
Es importante resaltar que un sistema material puede ser homogéneo (toda la fase examinada posee una única composición química y un único estado, que puede ser gaseoso, sólido o líquido) o heterogéneo (la porción presenta al menos dos fases).
En base a estas definiciones uno puede deducir, sin necesidad de ser un experto en la materia ni de complicar el proceso de aprendizaje con términos complejos, que las sustancias puras (como los elementos y los compuestos químicos) y las mezclas (heterogéneas y/o disoluciones) están contempladas dentro del conjunto de los sistemas materiales.
Se trata, como resulta evidente, de un grupo amplio y diverso donde pueden aparecer, por mencionar algunas posibilidades a modo de ejemplo (como se puede suponer tras conocer la teoría, las opciones son muchas y varían en función del propósito de cada trabajo de investigación), oxígeno, sodio, magnesio, cloruro de sodio, hidruro de aluminio, etanol, agua de mar, granito, glucosa, sulfato de cobre, cromo, aceite con agua, aire húmedo, agua con azúcar, etc.