Ejemplos de cálculos estequiométricos
Para establecer qué cantidad de una cierta sustancia se ve influenciada o modificada en el marco de una reacción de carácter químico, es fundamental llevar a cabo un cálculo estequiométrico. Al respecto, es interesante tener presente que sólo un porcentaje del reactivo se convierte en producto: averiguar estos datos es posible a través de estas ecuaciones.
De acuerdo a la teoría, estas operaciones utilizan como información la relación estable de combinación que se produce entre las sustancias que intervienen en una reacción química balanceada. En este marco, son fundamentales los coeficientes y los subíndices numéricos que conforman las fórmulas.
Un experto que, en un laboratorio, se encarga de generar un producto a partir de la combinación de dos o más sustancias, por ejemplo, necesita llevar a cabo cálculos estequiométricos para averiguar, entre otros datos, qué cantidad de reactivos necesita para conseguir el resultado buscado. También son útiles estas operaciones a la hora de buscar precisiones que permitan saber qué cantidad de producto puro se ha obtenido. Sabiendo realizar cálculos estequiométricos, además, se logrará hallar la solución de incógnitas como la de qué cantidad de amoníaco es posible obtener si tenemos 12 g de hidrógeno y 84 de nitrógeno, por proponer una alternativa.
Para poder plantear una ecuación química de manera correcta y resolver los cálculos estequiométricos es fundamental contar con conocimientos avanzados en la materia, dominar la unidad química con la que se debe trabajar (el mol), saber los grados de pureza y las proporciones de las sustancias utilizadas, conocer las masas, volúmenes y los pesos moleculares, etc.