Ejemplos de crowdsourcing
La combinación de dos vocablos en inglés permite componer la palabra crowdsourcing, que en español se interpreta como externalización abierta de tareas (en el marco de una institución o empresa) o bien a través de la expresión “colaboración abierta distribuida”.
En la práctica, el sistema de crowdsourcing invita a convocar a mucha gente para colaborar y hacer aportes en función de un proyecto que, si bien se puede lograr de manera individual o con un número pequeño de personas, se completa mejor y con costos más convenientes a partir de contribuciones de múltiples interesados.
Esta modalidad puede aplicarse en diferentes ámbitos. A modo de ejemplo, podemos señalar un caso de crowdsourcing vinculado al mundo de las letras: un grupo de editores lanza una plataforma de contenidos para que cada usuario pueda subir y publicar online sus notas. Tras una selección de artículos determinada por las repercusiones (cantidad de veces que se reprodujo la nota, los comentarios obtenidos, etc), se incluyen esos textos en una publicación impresa que es comercializada en la vía pública por gente con distintas clases de discapacidad.
Otra posibilidad para comprender mejor en qué consiste este concepto, es centrar la atención en el funcionamiento de la tan consultada y aprovechada Wikipedia. Allí, cualquier lector puede acceder a información sobre infinidad de temáticas pero también tiene la chance de agregar datos o corregirlos citando las correspondientes fuentes para respaldar la colaboración, en el caso de que falten o sean incorrectos. De este modo, se realiza un trabajo colectivo que favorece a toda la comunidad de internautas.