Ejemplos de descomponedores
Si dedicamos algunos minutos de nuestro tiempo a observar la naturaleza y a entender qué rol ejerce cada organismo en el planeta y cómo se desenvuelve dentro de un ecosistema, no tardaremos en descubrir que así como hay seres productores y otros que se destacan como consumidores, también hay descomponedores. Todos son factores fundamentales para garantizar el equilibrio del ciclo de la vida.
La teoría indica que un organismo descomponedor es un ser que aprovecha la energía y la materia presentes en restos de comida, plantas y animales. A partir de su trabajo, estos cuerpos reciclan los nutrientes, desintegran la materia y dejan en el suelo las condiciones apropiadas para que la cadena alimentaria se renueve con la actuación de los productores. Si ellos no existieran, viviríamos rodeados de animales y vegetación muerta.
Dentro del grupo de los seres descomponedores, los más comunes son las bacterias y los hongos, los cuales hacen su correspondiente contribución al circuito descomponiendo la materia muerta como cadáveres, hojas secas y excrementos. Asimismo, aparecen como parte de este conjunto los bichos bolita (suborden de crustáceo isópodo que vive en la tierra, come restos animales y vegetales y se conoce también con el nombre de cochinillas de humedad), los escarabajos cuyas larvas se alimentan a partir de organismos en descomposición, las moscas de la fruta, los moscardones que depositan sus huevos dentro de la materia en descomposición, las larvas de los mosquitos y las lombrices, aunque como se advierte al profundizar la búsqueda de referencias el listado de organismos descomponedores es enorme y diverso.