Ejemplos de dramatización
El acto y la consecuencia de dramatizar dan como resultado una dramatización. Cabe recordar que, según la definición teórica, se dice que se dramatiza cuando se exagera una situación para sumarle emoción y crudeza.
En un programa de televisión en el cual se repasan los puntos más impactantes de un crimen que tomó estado público por los misterios del caso policial, por señalar una posibilidad, es posible que se muestre una dramatización para que los espectadores vean qué hizo y dónde estuvo la víctima minutos antes de morir y cómo actuó el asesino. Para lograr la representación ficticia se toman hechos reales (acreditados por cámaras de seguridad y testigos, por ejemplo) que son recreados por actores. Por ejemplo: se ve en pantalla a una adolescente que camina por una vereda en dirección a un edificio. Al ingresar conversa con vecinos, sube por la escalera en dirección al tercer piso y, desde entonces, se le pierde el rastro…
Este recurso puede ser de gran utilidad, asimismo, para crear un documental. Valiéndose de dramatizaciones se puede reconstruir, desde la ficción, un secuestro, cualquier muerte (sea traumática o no), la desaparición de un menor de edad, etc. La clave está en tratar de armar escenas que se asemejen a la realidad de modo descriptivo pero aclarando que se trata de una dramatización, una recreación de hechos para intentar comprender un episodio.
Para entretener a sus pequeños alumnos, por su parte, las maestras de un jardín de infantes pueden ofrecer shows en la sala basados en la dramatización de clásicos de la literatura infantil, agregándoles diálogos o precisiones para lograr versiones propias divertidas y originales.