Ejemplos de fricción
Cuando un par de cuerpos o elementos se rozan se produce un acto conocido como fricción. Esta palabra, además, permite describir la situación de tensión y los choques que tienen lugar cuando dos o más personas no piensan igual y muestran, por lo tanto, desacuerdos en el modo de proceder o de pensar.
Es posible distinguir dos modalidades: una definida como fricción estática (imprescindible para poder contrarrestar a la fricción homóloga y superar la resistencia a fin de generar el movimiento de un cuerpo) y otra señalada como fricción dinámica (tal como se define a la resistencia que logra oponerse al movimiento una vez que éste está iniciado).
La fricción está presente, por ejemplo, en muchos juguetes. Un coche en miniatura a fricción, al desplazarlo con cierta intensidad hacia atrás sobre una superficie lisa y sólida, podrá avanzar de manera independiente cuando lo soltemos.
En articulaciones del cuerpo humano también puede haber roces, es decir, fricciones que, además de un sonido poco agradable, provocan que, al sacudir o intentar mover una parte del cuerpo, la persona experimente dolor e inflamación, entre otros síntomas.
Si hacemos foco en la interpretación del término que lo asocia a enfrentamientos y discrepancias, encontraremos testimonios como “Es muy habilidoso pero conflictivo, por eso sus formas de actuar causan fricciones en el equipo”, “Hubo algunas fricciones en el grupo pero logramos dejar de lado nuestras diferencias por el bien de la banda: el resultado es un gran trabajo discográfico” o “La votación generó fricciones entre integrantes de la oposición”, por detallar algunos a modo orientativo.