Ejemplos de formas verbales
La teoría nos señala que las formas verbales son las modalidades que nos permiten utilizar un mismo verbo en diferentes estructuras gramaticales, adaptado al tiempo, modo, aspecto, persona y número de cada oración. Cuando adecuamos cada verbo a todas las variables del mensaje, entonces llevamos a cabo una conjugación.
Al analizar las formas verbales encontramos alternativas simples (basadas en una única palabra, como ‘hablo’, ‘difundes’, ‘sueñas’, ‘pretenderán’, ‘señalan’, ‘comerá’, ‘salgo’, ‘ganan’, ‘bebieron’, ‘creas’) y compuestas (expresiones compuestas, como ‘hemos llegado’, ‘habéis visto’, ‘habrán oído’, ‘has fallado’, ‘he aprendido’, ‘han hallado’, ‘había avisado’).
El infinitivo, en tanto, constituye una forma verbal de carácter no finito que presenta rasgos propios de los sustantivos y, por lo general, no marca diferencias entre tiempo, número o persona. Así ocurre, por señalar algunas referencias, con frases como “Ver para creer”, “Madurar es crecer”, “Pensar antes de hablar” o “Para aprender hay que leer”.
El gerundio, por su parte, se caracteriza por ser una forma no personal del verbo que posee valor adverbial. Por indicar algunos ejemplos: “Vio al delincuente escapando”, “Lo desilusionó engañándolo con su hermano”.
También es posible hacer foco en la función del participio, una forma no personal de los verbos que puede llegar a conformar tiempos compuestos y se caracteriza por tener terminación ‘do’ o ‘da’. Así se advierte en oraciones como “La gente está asomada en los balcones” (donde existe un participio activo) o “Estaba pensado de antemano” (participio pasivo). Resulta interesante resaltar que, en lengua castellana, es posible diferenciar entre participios regulares y participios irregulares.