Ejemplos de sustancias tóxicas
En nuestros hogares hay, a menudo, numerosos productos que por los daños que pueden generar si un ser vivo se expone a ellos, nos exigen tomar recaudos y a manipularlos con responsabilidad. Entre ellos aparecen las sustancias tóxicas, también definidas como veneno más allá de que puedan variar los componentes entre un preparado y otro.
De ingerir, inhalar o entrar de alguna manera en contacto con una sustancia tóxica, tanto nosotros como nuestras mascotas podemos llegar a sufrir un cuadro de intoxicación que va desde síntomas leves (como un dolor corporal o las náuseas) hasta complicaciones que pueden desencadenar el fallecimiento. De ahí que sea imprescindible para evitar accidentes mantener fuera del alcance de los niños todos los productos químicos que tengamos en nuestra casa, como ocurre con los desinfectantes en aerosol, los artículos de limpieza, etc.
Una sustancia tóxica, por ejemplo, es el mercurio, un elemento que puede provocar serios daños de salud. Dentro de este grupo aparece, además, el monóxido de carbono (que llegamos a incorporar al respirar en un ambiente contaminado). El etanol, el plomo, el tolueno, la heroína, la nicotina, la teobromina (componente del cacao que resulta muy tóxico para las mascotas), la ricina (poderosa toxina que se obtiene a partir de las semillas del ricino), el cianuro, el benceno, el alquitrán, la acetona y el amoníaco son otras sustancias que, por su composición y los efectos nocivos que generan en seres vivos de distintas especies (aún cuando la exposición a ellos sea mínima), están definidas como tóxicas.