Ejemplos de coníferas
Los expertos en Botánica describen como conífera a una clase de planta gimnosperma (algunos son arbustos, otros son árboles) que presentan frutos en cono, hojas persistentes y ramas de estructura cónica.
Guiados por esta definición, al analizar la naturaleza es posible señalar como parte del grupo de las coníferas al pino, al ciprés y al árbol conocido como sabina. Dentro de la familia de los cipreses, además, aparece para diversificar el conjunto de las coníferas la tuya o thuja, un género monofiléctico que nuclea a cinco especies, tres originarias del este de Asia y dos, oriundas de Norteamérica.
En la búsqueda de más referencias hallamos como muestras a la araucaria, una conífera distintiva endémica de la isla australiana de Norfolk; al cedro de incienso de California, una conífera que forma parte de la familia Cupressaceae; a la uva de la Cordillera, también conocida como lleuque y nativa de Argentina y Chile; al alerce del Japón, una conífera cultivada en el norte y centro de Japón así como en el norte europeo; al pino canario, una conífera considerada como el símbolo natural de la isla de La Palma y endémica de las Islas Canarias; al kauri, una conífera endémica de Nueva Zelanda y al Pino de Baikushev, una conífera típica de Bulgaria, por agregar otras.
Cabe destacar que también es una conífera el pinsapo, una clase de abeto prácticamente ya desaparecida de la Tierra. Dados los pocos ejemplares que sobreviven, el pinsapar del Parque Natural Sierra de Grazalema (Cádiz y Málaga) ha sido declarado Reserva de la Biosfera.