Ejemplos de homogéneo
Cuando dos cosas o sustancias se componen con los mismos elementos, presentan una estructura uniforme, comparten rasgos y pertenecen al mismo género se las describe como homogéneas.
De mezclar sal común en un recipiente (vaso, fuente, etc) con agua, por ejemplo, se obtiene aquello que en Química definen como sistema homogéneo, ya que al disolverse la sal en el líquido queda conformada una única fase. Es decir, se logra algo homogéneo porque no se llegan a diferenciar todos sus componentes.
El petróleo, conformado por compuestos orgánicos, es una mezcla homogénea. Asimismo, hay mezclas homogéneas a la hora de preparar una gran cantidad de recetas, tal como sucede al mezclar harina, pimienta y sal, al agregarle a un vaso de leche algunas cucharadas de cacao en polvo o al batir yemas de huevo con azúcar: uno observa en el resultado una masa o sustancia uniforme, donde hay varios ingredientes que se fusionan sin dar lugar a que se pueda reconocer a cada uno de ellos.
También se puede hacer referencia a grupos homogéneos citando a una familia de elefantes o de leones (porque pertenecen a las mismas especies y, por lo tanto, tienen rasgos en común), a un conjunto de seres humanos que habitan en una misma zona o comparten creencias y costumbres, etc.
Para que exista un mundo homogéneo, en tanto, no debería haber diferencias sociales, segmentaciones de ningún tipo ni supremacía de ningún pueblo: todos deberíamos compartir el planeta en armonía, siendo semejantes y teniendo principios y rasgos culturales universales a fin de que toda la humanidad pueda tener las mismas obligaciones y derechos.