Ejemplos de invertebrados
Cada especie del reino animal que carece de columna vertebral se enmarca en el conjunto de los invertebrados.
Al buscar referencias prácticas sobre este grupo que comparte el planeta con múltiples vertebrados, la realidad nos lleva a hacer foco, por ejemplo, en los artrópodos. Dentro de esta familia, a su vez, aparecen los insectos (mariposas, grillos, moscas y abejas, por mencionar algunos), los arácnidos (como las garrapatas y las arañas), los crustáceos (como los langostinos y los camarones) y los miriápodos (como los ciempiés).
También los anélidos son un filo de organismos invertebrados. Aquí se nuclean, entre otros seres que alguna vez podemos llegar a cruzarnos en el camino, las sanguijuelas y las lombrices de tierra.
Pero aún queda mucho por descubrir en relación a los invertebrados, que pueden ser terrestres o acuáticos. En este último conjunto se puede distinguir a las esponjas que están desprovistas de órganos y tejidos auténticos y desarrollan sus funciones a partir de grupos celulares intercambiables e independientes.
Los platelmintos, en tanto, constituyen un filo de organismos invertebrados acelomados protóstomos triblásticos. Mayormente son parásitos que sobreviven en ámbitos aéreos, marinos y terrestres de gran humedad y que requieren distintos huéspedes a lo largo de su desarrollo.
Por último, es importante mencionar que los moluscos representan el grupo de invertebrados más numeroso tras los artrópodos. En este caso, se trata de un filo de protóstomos celomados triblásticos no segmentados y con simetría bilateral. Muchos caracoles, los calamares, las ostras, las almejas y los pulpos conviven dentro de esta categoría.