Ejemplos de dieta alcalina
En numerosas ocasiones salen a la luz propuestas de alimentación que se ponen de moda bajo nombres raros o denominaciones que se popularizan gracias a los consejos de personalidades famosas. No hay que olvidar nunca, frente a este panorama, que cuidar el organismo y mantener un peso saludable no es cuestión de moda: no existen soluciones mágicas ni fórmulas para bajar de peso rápidamente. Consultar nutricionistas y llevar una vida ordenada, con buenos hábitos y responsabilidad para proteger tanto el cuerpo como la mente es la única manera de sentirse bien.
Ahora bien, hay métodos que, con la supervisión correspondiente por parte de un profesional, sí tienen efectos positivos y proporcionan beneficios. Mucha gente, por ejemplo, pierde kilogramos a partir de una dieta alcalina. ¿En qué consiste esta alternativa? Pues en conseguir un grado adecuado de alcalinidad en el PH sanguíneo para promover la oxigenación celular.
En una dieta alcalina abundan los frutos secos, las frutas y los vegetales, así como también el agua, las semillas y los quesos vegetales. Hay que evitar (o limitar al máximo), en este marco, la ingesta de café, alcohol, gaseosas, proteínas de procedencia animal, productos envasados y toda clase de alimentos ácidos. Para despejar dudas, en una dieta alcalina se permiten sólidos como las almendras, la espinaca, el limón, los espárragos, el tofu y las manzanas pero no hay espacio para comida procedente de un animal.
Esta particularidad de la dieta alcalina (que sus defensores promocionan como saludable por ayudar a prevenir y hasta curar ciertas enfermedades) genera polémicas y debates porque hay nutricionistas que alertan sobre los peligros de excluir de la dieta nutrientes indispensables que no pueden ser reemplazados.