Ejemplos de sucesión ecológica
Al hacer foco en el concepto de sucesión y vincularlo a la naturaleza adquiere relevancia la idea de sucesión ecológica, la cual refiere a la evolución natural que le permite a un ecosistema reemplazar a unas especies por otras cuando causas ya sean internas o externas modifican el entorno físico.
Si no existe en el terreno evaluado una comunidad previa, tal como puede ocurrir en una isla nueva o en una duna donde antes no había formas de vida, entonces se alude a la sucesión ecológica primaria, mientras que las especies que llegan a un sitio arrasado por una inundación, una deforestación o un incendio, por señalar algunas posibilidades, dan origen a la sucesión ecológica secundaria.
En campos de cultivo que se han dejado abandonados y por lo tanto no reciben cuidados, por detallar un caso común a modo de referencia, la colonización de especies vegetales nuevas permite una sucesión ecológica que comienza con hierbas de carácter anual, sigue con matorrales y, más tarde, se potencia con la aparición de arbustos y, poco a poco, comienzan a proliferar los árboles que hacen posible el desarrollo de un bosque denso en el cual surgen especies vegetales que sobreviven adaptadas a la sombra y con pocos requerimientos de nutrientes. El objetivo de la sucesión ecológica, según se advierte al analizar este fenómeno que no conoce de tiempos ni de fronteras, es alcanzar el equilibrio y la estabilidad del ecosistema, haciendo más complejas y resistentes a las comunidades que van surgiendo para superar a las anteriores y garantizar la supervivencia.